TATA GÜINES- ANIVERSARIO - 1995





"Tata" Güines, mantenía sus propias congas. Las pintaba, las reparaba, les cambiaba el cuero. En su opinión, la mejor piel era la de caballo, aunque en sus últimos días había cubierto un tambor con piel de buey y el otro de vaca. "El macho y la hembra, son unas tumbadoras románticas, no?"- exclamaba Güines. El cuerpo de sus emblemáticas congas lo habían construído los famosos Bergara, con roble curado de toneles de viñedo español.
A este nivel de detalle llegaba Federico Aristides Soto Alejoà cuando se trataba de su instrumento. "El Rey de las Congas" o "Manos de Oro", nació en Güines (ciudad que le da su apellido), en la provinicia de Matanzas, Cuba, un 18 de junio de 1930. Proveniente de una familia trabajadora y de músicos, se acerca con 13 años a la música como percusionista y contrabajista de los "Ases del Ritmo" (dirigida por Dionisio Martínez) y del "Sexteto Partagas" (donde su padre era instrumentista). A su vez, alterna esta actividad con trabajos manuales como zapatero y limpiabotas, oficios que le valieron de habilidades para fabricarse sus propios bongós con una lata de chorizos y otra de leche condensada. Su referente en la percusión era Chano Pozo. Güines seguía todas sus apariciones en la radio cubana. Lo conocerá años más tarde en un café de la capital.
Antes de partir a la Habana para dedicarse profesionalmente a la música, participa en la orquesta del gran Arsenio Rodríguez, también oriundo de Matanzas. En 1952 ya es un tumbador de tiempo completo, trabajando en diversas orquestas habaneras, aunque la paga para el tamborilero era muy mala. Sobre el asunto, Tata comenta: "—Discriminaban a los tamboreros. Algunos directores nos pagaban menos. ¡Era lo último! Y me dije «voy a darle prestigio al instrumento». ¡Así lo dije! Siempre consideré que la misma importancia tenía en la orquesta un violín, un piano o una tumbadora. Todo requiere su arte. . . Además, sin percusión no hay ritmo y sin éste, ¿dónde está la música cubana? ". A pesar de los bajos salarios, su situación económico-artística cambia drásticamente cuando es invitado al "Conjunto Camacho" y comparte escenario con Mongo Santamaría, mientras que participa en algunas grabaciones musicales, como el hoy mítico LP Descargas Cubanas de 1957, bajo la dirección del reconocido "Cachao" López. Desde ese momento, todo va cuesta arriba. Gira exitosamente por América Latina y viaja a Nueva York en 1957, donde conquista sus mayores triunfos. Toca en el Palladium Ballroom de Broadway con la Orquesta de Fajardo y sus Estrellas, conoce y se une a Beny Moré, respaldado por Machito y sus Afro Cubans. No obstante, es su actuación solista en el Waldorf Astoria la que provoca furor en la ciudad. Cantando y tocando cinco congas, cautiva al público blanco y pudiente. Güines recuerda esa noche y su vida en aquella ciudad: " (...) En ese hotel no entraban los «musulungos». . . ¡De eso nada! Todos eran ricos. No niego lo raro que me sentí al comienzo como solista. Entonces puse cinco tumbadoras con la intensión de ambientar aquello, con distintas afinaciones. Por supuesto, a mí no me hacen falta tantas, pues sólo con dos saco el sonido de cinco. El asunto es saber combinarlos. (...) Ahora bien, en el Waldorf la fama duraba hasta el escenario. Después como decían en los letreros: «no color», «no dogs». Me pagaban bien. Tenía carro y todo. Pero nunca me adapté a esa vida. No era felíz. Y no aprendí ni tres palabras en inglés. Vivía en el Pasia, un hotel para negros en Manhattan y; a menudo comía en el restaurante El Prado. Iba a Harlem atravesando el Parque Central. Ese era el Birdland o en el Metropolitan, al terminar cada uno su trabajo, por las madrugadas, nos encontrábamos para descargar. Iba [Dizzy] Gillespie, Maynard, Chico Halmiton, entre otros. Siempre anduve rodeado de músicos de jazz (...)" Al mismo tiempo que gana buen dinero y descarga con celebridades del jazz norteamericano , Tata muestra una preocupación por su tierra natal al recaudar fondos para la revolución que allí se avecinaba . Las acciones de Castro y el ejército revolucionario dividió a los músicos de la isla, muchos optando por quedarse en los E.E.U.U., aunque Güines decide volver a Cuba. Lo que pierde en cuestión económica, lo gana en reconocimiento internacional y local en las décadas del sesenta y el setenta, girando por latinoamérica y Europa del Este (los países que tenían buena relación con el gobierno cubano) y formando"Los Tatagüinitos", grupo en el cual puede demostrar sus dotes como compositor. Por otro lado, es de los primeros artistas en grabar para la EGREM , compañía discográfica fundada en 1964 luego de la revolución.

Su primer disco solista, es el nuevo post del Milagro. Aniversario (CD 0156), fue grabado en 1995 en los estudios EGREM. No fue en vano todo el tiempo que le llevó a Güines grabar un álbum como director musical. En el disco, - compuesto íntegramente por ritmos afroantillanos, tales como la rumba y sus diversificaciones mencionadas anteriormente, columbia, guagancó, yambú-escuchamos la experiencia y la particularmente veloz técnica (basada en un método poco vistoso pero efectivo de mantener las manos muy cerca de la lonja) de Tata. La sonoridad que predomina, típico de las grabaciones que giran en torno a la religión lucumí, es aquella de los tambores batá, las congas , los cencerros, los "palitos" y la cabassa de semillas. Acompañada de una voz solista, coros y con apariciones esporádicas del clásico tres cubano, el disco mantiene esa austeridad sonora que se complementa con la tejida complejidad de la cadencia cubana. En cuanto a la temática del disco, se centra principalmente en la cultura de la isla caribeña, hablando de la instrumentación rumbera, de la ínsula y su campo (propio de los sub géneros yambú y columbia, que provienen del interior del país), del propio Tata, y teniendo muy presente la muerte con el "Homenaje a Chano Pozo" y al rumbero Calixto Callava. El comienzo del disco, "Con tres tambores batá", -que tiene a Güines luciéndose en el batá-, el alegre y enlentecido "Yambú", la reversión del original de Chano "Blem, Blem, Belm", la enérgica pero reflexiva "La Jeringoza" son las más destacables en este firme disco de principio a fin.

Tata Güines murió en la Habana el 4 de febrero de 2008, luego de sesenta años de carrera musical.
Versión mp3 256 kbps vía (latinjazzoteca.blogspot.com)
A Gozar!


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